Los trabajadores de limpieza asean los establecimientos después de las compras navideñas, pero ellos no pueden festejar con sus familias.

“En mi cultura, Nochebuena es nuestro día para festejar … y yo me voy al trabajo como si fuera un día normal. Es duro para los niños.”

Para Elbida Gomez, la temporada festiva no se marca con alegría o tiempo con familia, sino un aumento drástico en su carga de trabajo—limpiando baños y oficinas, sacando la basura, trapeando y limpiando comida del piso de la cafetería para empleados. 

La madre de dos, de 43 años, dice que es una de solo dos personas cuyo trabajo principal es limpiar la sucursal de Cabela’s—una cadena de tiendas que venden artículos de caza, pesca y campamento—de Woodbury, Minnesota. Aumenta el tráfico peatonal en lo que los clientes hacen sus compras navideñas. Los padres hacen fila con sus hijos para tomarse una foto con Santa Claus. El piso se cubre con chocolate, envolturas de dulces y huellas, y, cuando empieza a nevar, la entrada de la tienda está perpetuamente cubierta de sal y arena, dice. 

“Hay poco tiempo y mucho trabajo”, dice Gomez, quien ha hecho trabajo de limpieza desde que se mudo a los Estados Unidos de Honduras hace unos 15 años. 

Pero en un sector que trata—literalmente—de sanitizar las experiencias festivas de otras familias, a ella se le niega la oportunidad de relajarse y festejar con su propia familia. Gomez no recibe vacaciones pagadas de su empleador, Carlson Building Maintenance, que se contrata para limpiar a Cabela’s. Su tiempo de vacaciones es insignificante, dice, y la gerencia le ha dejado claro que se le desaconseja tomar días consecutivos de vacaciones durante la temporada festiva, cuando más se requiere de su labor. Aunque su tienda está cerrada en Navidad, ella no recibe pago en esta fecha, dice. Y, crucialmente, aún tiene que trabajar en Nochebuena, a pesar de su importancia para su familia. 

“En mi cultura, Nochebuena es nuestro día para festejar. Es un tiempo para unirnos cuando cocinamos, invitamos a la familia y pasamos tiempos juntos,” dice por Zoom, con la asistencia de un intérprete. “Y yo me voy al trabajo como si fuera un día normal. Es duro para los niños.”

Gomez es una de 700 porteros de Minnesota para tiendas minoristas que están negociando un contrato sindical nuevo con SEIU Local 26. Su contrato actual, que expira el 28 de Febrero de 2024, no incluye días festivos pagados garantizados, o licencia pagada por enfermedad. En Woodbury, donde trabaja y vive, no se aplican normas que ofrecen licencia pagada por enfermedad, y una ley estatal que requiere que los empleadores ofrezcan licencia pagada por enfermedad para trabajadores en Minnesota (excluyendo a los contratistas independientes) no no entrará en vigor hasta el 1 de enero. Puede acumular días de vacaciones, pero para los primeros cuatro años, la acumulación es relativamente lenta, con solo 40 horas pagadas anualmente. Y luego está la cuestión de tomar esos días: “El problema es que con frecuencia no nos dejan tomar vacaciones,” dice Gomez. Esto es a pesar de que trabaja turnos de 6.5 horas, seis días a la semana, con los lunes como su único día libre, ganando solo $15.30 la hora. 

Como consecuencia, en los 18 meses en que ha hecho limpieza para Cabela’s, Gomez dice que no ha podido tomar vacaciones—es decir, múltiples días consecutivos seguidos. 

Las investigaciones muestran que trabajar semanas largas sin días de descanso consecutivos es dañino para los trabajadores. Un estudio, publicado en 1992, examinó cuestionarios llenados por mujeres por un periodo de 20 años. Los que tomaron vacaciones solo una vez cada seis años tenían ocho veces más probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas o tener paro cardiaco que las mujeres que toman vacaciones dos veces al año. Otro estudio, publicado en 2000, demostró que, por hombres de mediana edad que tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, tomar más vacaciones se asocia con un riesgo reducido de muerte por cualquier causa, incluyendo a los problemas cardiacos. 

Las consecuencias para la salud mental de trabajar sin vacaciones también están bien establecidas. Un estudio publicado en 2013 investigó la prescripción mensual de antidepresivos en Sweden, donde es típico que los trabajadores tomen vacaciones todo el mes de julio. Encontró que durante los períodos en que aumentaba el número de trabajadores en vacaciones, el desembolso de antidepresivos disminuía significativamente.

“Especialmente si es sin anticipación, pero hasta si es anticipado, trabajar días largos o días consecutivos sin poder tomar vacaciones tiene consecuencias para la salud mental y física de los trabajadores,” explica Lonnie Golden, profesor de economía y recursos laborales-humanos en la Universidad Estatal de Pensilvania. Esto aplica especialmente para trabajos que son “físicamente exigentes,” agrega. “El trabajo de baja paga también tiende a tener beneficios limitados, así que solo agrava la injusticia.”

En una conferencia de prensa por Zoom, los compañeros del sindicato de Gomez expresaron su resentimiento por la falta de días feriados con paga. David Citro es miembro de SEIU Local 26 y un conserje para Carlson Building Maintenance, quien limpia un supermercado Cub en Minneapolis. “Durante la pandemia, nos dijeron que éramos trabajadores esenciales,” dijo. “No importó que tan peligroso era, teníamos que estar ahí para limpiar. Hasta esos tiempos, nunca nos apreciaron, ni nos pagaron, ni nos aportaron días feriados con paga.”

Deyanira Rodriguez, una trabajadora de limpieza para Carlson Building Maintenance en proyectos especiales dijo, “Cuando era una niña, era maravilloso festejar la Nochebuena con nuestras familias. Me gustaría poder ofrecerle eso a nuestros hijos.”

Carlson Building Maintenance no respondió a una solicitud de comentario a su email, ni por llamada a su departamento de recursos humanos. El departamento de prensa para Bass Pro Shops, que adquirió a Cabela’s en 2017, remitió todas las preguntas a Carlson Building Maintenance.

Estados Unidos es el único país con una economía avanzada que no garantiza a nivel nacional días feriados pagados ni vacaciones, y las protección limitada estatal que sí existe, no es suficiente para llenar el vacío. Estados Unidos tampoco garantiza licencia pagada por enfermedad, paternidad o duelo, ni ningún tiempo libre remunerado a nivel nacional, pero una pieza de legislación federal recientemente reintroducida llamada el Acta de Familias Saludables, si pasara, haría algunos cambios limitados al estatus quo. Casi uno de cuatro trabajadores en los Estados Unidos no reciben días feriados con paga ni vacaciones con paga, según un reporte de 2019 del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR), un grupo de expertos de tendencia izquierdista.

Y para los que sí reciben tiempo de descanso remunerado, los estándares están bajos. El reporte de CEPR nota que “el trabajador promedio en el sector privado recibe solo 10 días de vacaciones con paga, y seis días feriados con paga al año, que es mucho menos que casi cada economía avanzada menos Japón.”

Los que sí reciben tales beneficios son más propensos a ser trabajadores de alta paga. A partir de Marzo de 2022, del 10% de trabajadores de paga más alta en los estados unidos de industria privada, 95% recibieron días feriados con paga, mientras que solo 46% del 10% de los trabajadores peor pagados las recibieron, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Como consecuencia, algunos trabajadores pasan años, décadas—y hasta sus carreras entera—sin un solo día feriado con paga. Y para los trabajadores que no son Cristianos, es común que las festividades religiosas queden fuera de las escasas protecciones que si existen.

Para Gomez, no solo son los días feriados con paga que anhela, sino fines de semana para poder pasar tiempo con sus hijos, quienes están en la escuela todo el día durante la semana. A su hijo menor le encantan “todo que ver con los astronautas,” dice, y al mayor le “encantan los dinosaurios.” Las habitaciones de ambos están decoradas con respectivos temas. La tia de Gomez vive con ella y cuida de sus hijos mientras trabaja. 

Gomez está frustrada porque no tiene más tiempo con su familia, pero no está desesperanzada. Como delegada sindical y miembro del comité de negociación, está activamente tratando de mejorar sus estándares laborales. Los conserjes con quien está organizando recibieron su primer contrato en 2017. Su sindicalización se precedió por una campaña comunitaria contra el robo de salarios y abusos laborales en el sector de limpieza, encabezado por el Centro de Trabajadores Unidos, un centro laboral. SEIU Local 26 está luchando para que el próximo contrato garantice ocho días feriados con paga, más días de vacaciones con paga, seguro médico más asequible, y salarios mejorados. “Vacaciones para las personas que hacen que nuestro tiempo festivo sea posible es algo que queremos mejorar, pero no es el único tema”, dijo el presidente de SEIU Local 26 Greg Nammacher en la conferencia de prensa de Noviembre 21. 

Gomez es parte de un esfuerzo multisectorial dentro de Minnesota para abordar los problemas que afectan a los trabajadores tras sindicatos. Por mas de una década, un grupo de sindicatos han estado coordinando para que sus contratos se expiren en la primavera de 2024, que legalmente les permitiría hacer huelga al mismo tiempo, o simplemente utilizar la amenaza de una huelga para ganar demandas que ayudarán a todos sus miembros. Esos sindicatos abarcan a varias industrias: incluyen a la Federación de Educadores de St Paul (SPFE) Local 28, la Federación de Maestros de Minneapolis Local 59, SEIU Local 284 (que representa a personal de apoyo); el Sindicato de Tránsito Amalgamado (ATU) Local 1005; SEIU Local 26 y SEIU Healthcare (trabajadores de hogares de ancianos). Para algunos de estos sindicatos, sus contratos expirarán a principios de 2024, mientras que otros están trabajando bajo contratos expirados ya, lo que los posiciona bien para una posible escalada conjunta en la primavera. Y en total, por lo menos 13 sindicatos, centros de trabajadores y grupos comunitarios han decidido apoyar una movilización unida sobre demandas compartidas. 

Gomez y sus compañeros de trabajo son parte de este esfuerzo. SEIU Local 26, que representa a 8,000 miembros, voto para respaldar una declaración de unidad demando trabajos buenos, condiciones de trabajo seguros, y un “sindicato fuerte.” Entre ellos hay 4,000 trabajadores de limpieza de oficinas quienes están bajo un contrato separado, que expirará el 31 de diciembre. El sindicato también respaldó una serie de demandas comunitarias para viviendas seguras y asequibles, mejoras ambientales como transporte público bien financiado, y buenas escuelas, incluyendo una mejor financiación y clases más pequeñas. Estas demandas se desarrollaron junto con otros sindicatos, y los trabajadores esperan que la presión colectiva los ayudará a alcanzar sus objetivos. 

Gomez fue una de las varias trabajadoras que se unieron el 7 de octubre en el hotel Marriott dentro del Mall de America para hablar sobre cómo fomentar unidad y solidaridad entre los trabajadores. “Estaba ahí, habían sindicatos de todo el estado,” dice. “Estamos luchando. Estamos luchando porque queremos asegurarnos de que nos escuchen.”

Gomez dice que la lucha sindical, y la batalla estatal más amplia de la que forma parte tienen mucho en juego para su vida.

Cuando se le preguntó qué haría con más tiempo libre, Gomez mencionó salir a pasear con sus hijos. “Durante el verano, nos encanta ir al parque juntos, salir a caminar,” dice. “Durante el invierno, nos gusta ir al centro comercial y caminar. Más que nada, es excusa para pasar tiempo juntos. Desafortunadamente, no tenemos esa opción.”

“Tenemos vidas, y  no solo se trata de trabajar, trabajar, trabajar. Para mi, la familia es lo más importante, así que necesitamos este cambio.”

Este artículo es una publicación conjunta de In These Times y Workday Magazine.

Sarah is the Editor for Workday Magazine.

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